Infraestructura contra la pobreza
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http://www.comexperu.org.pe/semanario.asp“Infraestructura” es un concepto amplio que incluye, también, servicios básicos como energía, agua y saneamiento, así como
escuelas, postas de salud y edifi cios públicos.
El Banco Mundial (BM) la considera un factor muy importante en la lucha contra la pobreza, el aumento del crecimiento y la consecución
de los “objetivos del milenio”; pero, a marzo del 2008, cerca de 1,100 millones de personas carecen de acceso al agua
potable, 1,600 millones a la electricidad, 2,600 millones al saneamiento y más de 1,000 millones a caminos transitables durante todo
el año. Los porcentajes de acceso más bajos se dan en zonas rurales y el défi cit es más marcado en África Subsahariana y Asia.
INFRAESTRUCTURA, CRECIMIENTO ECONÓMICO Y REDUCCIÓN DE LA POBREZA
La infraestructura impacta en la reducción de la pobreza tanto de manera directa como indirecta. De manera directa, por ejemplo,
contribuye a la reducción de la pobreza mejorando el acceso a servicios de salud y educación, proveyendo de energía más limpia
a las comunidades o protegiéndolas contra desastres naturales. En el segundo caso, contribuye mejorando la productividad agrícola,
reduciendo los costos de transporte, generando más trabajo e ingresos, es decir, fortaleciendo el crecimiento económico.
Por ejemplo, existen sinergias entre infraestructura de “conectividad” (caminos, puentes, telecomunicación, etc.) y la “fi ja” de
servicios (escuelas, hospitales, mercados, etc.); infraestructura de “conectividad” y la que mejora productividad (irrigaciones,
etc.); esta última y los servicios básicos (agua, desagüe, energía, etc.); así como entre diferentes proyectos de servicios públicos
(bombas eléctricas necesarias para proyectos de agua) y hasta diferentes tipos de proyectos de agua (para consumo humano,
irrigación, control de inundaciones, etc.).
Veamos con mayor detalle cómo la infraestructura impacta en la reducción de la pobreza a través del crecimiento económico
(ver gráfi co). Existen impactos de “primera ronda” (directos) y subsecuentes (generales).
Los de “primera ronda” pueden ser clasifi cados como de oferta o de demanda. Los de “oferta”, como la mejora de infraestructura
para servicios en términos de costos, disponibilidad y confi abilidad, pueden tener al menos dos interrelaciones: i)
efectos que promueven la inversión privada (más fi rmas, empleos y provisión de bienes y servicios) por la mejora del clima
de negocios y ii) efectos que activan la economía regional, ya que se abren nuevas oportunidades de negocio y aumenta la
productividad de actividades existentes sin la necesidad de nueva inversión. Por ejemplo, mejor acceso a los mercados de
otras regiones y mayor información pueden generar trabajos e ingreso en hogares rurales por la mejora de productividad de
la agricultura, diversifi cación de productos agrícolas, etc. Los de “demanda” incluyen los empleos directos e indirectos y el
ingreso generado por la construcción del proyecto de infraestructura en sí mismo.
En siguientes rondas pueden crearse efectos por ingresos fi scales y multiplicadores (efectos “subsecuentes”). Los mayores
ingresos fi scales por el crecimiento económico pueden generar mayor presupuesto para programas de reducción de la pobreza;
asimismo, el gasto privado también puede generarlos.
DÉFICIT DE INFRAESTRUCTURA Y FINANCIAMIENTO
Según cifras del BM, los países en desarrollo gastan en promedio entre un 3% y un 4% del PBI al año en obras de infraestructura,
pero la cifra debería ser del 7% al 9% del PBI -tanto para nuevas inversiones como para operación y mantenimiento de la infraestructura
instalada-, a fi n de apoyar un crecimiento económico de más amplia base y los esfuerzos de lucha contra la pobreza.
Del gasto actual, el fi nanciamiento público representa alrededor del 70% y el privado cerca del 20%. Si bien las inversiones del
sector privado en proyectos de infraestructura han aumentado de US$ 62,500 millones a US$ 114,000 millones entre el 2003 y
2006, se concentran principalmente en telecomunicaciones y en una pequeña cantidad de países de ingreso mediano.
En el Perú, estudios como el del Escobal y Torero reafi rman que i) la provisión de infraestructura fortalece el retorno de activos
privados y facilita la reducción de la pobreza; asimismo, que ii) el acceso a infraestructura tradicional (agua, desagüe, electricidad,
etc.) tiene un impacto similar al generado por el capital humano y que iii) la inversión en tecnología de la información y comunicación
tiene un impacto signifi cativo en la reducción de pobreza.
Sin embargo, a pesar de estos claros benefi cios expuestos y tener una gran brecha de infraestructura, recién este año hubiéramos
alcanzado un 4% del PBI en inversión pública en infraestructura, sin tomar en cuenta el “hachazo” aplicado por el MEF.
Es preciso plantear claramente las prioridades de la inversión pública cuanto antes. Sin infraestructura efi ciente y sus servicios,
el real impacto y efectividad de las políticas sociales sobre la reducción de la pobreza dejará mucho que desear.
TOMADO DEL SEMANARIO COMEX PERU 493, Lima Octubre del 2008
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